¿Por qué sigues atrayendo relaciones que te hacen daño?

¿Por qué sigues atrayendo relaciones que te hacen daño?

A veces sentimos, con una claridad que duele, que algo se repite en nuestras relaciones. Nos ilusionamos, nos entregamos, y sin darnos cuenta volvemos a caer en vínculos que nos apagan. Relaciones donde sentimos que tenemos que esforzarnos demasiado para recibir migajas de amor, donde nos perdemos para que el otro no se vaya, donde damos tanto que acabamos vacíos/as.

Y entonces llega esa pregunta que tantas veces hemos intentado evitar:
¿Por qué siempre me pasa lo mismo?
¿Por qué atraigo a personas que no me eligen como yo les elijo?
¿Qué estoy haciendo mal?

Queremos algo distinto, claro que sí.

Queremos una relación consciente, recíproca, donde podamos ser nosotros/as mismos/as pero algo dentro de nosotros/as sigue buscando lo conocido… incluso cuando lo conocido nos hace daño.

Lo que muchas veces no sabemos es que estos patrones tienen raíces más profundas de lo que creemos. No es solo una cuestión de “mala suerte” o de “no saber elegir”, sino que hay algo en nuestra vibración interna que está marcando ese camino una y otra vez, y ahí es donde la numerología puede ayudarnos a entendernos desde otro lugar.

Desde la numerología pitagórica, cada persona nace con una configuración energética única: un mapa numérico que refleja nuestras cualidades, aprendizajes, heridas y tendencias vinculares.

Por ejemplo, hay personas cuya energía tiende a entregarse demasiado y atraer parejas que se aprovechan, otras viven con el miedo inconsciente a quedarse solas y se vinculan con personas emocionalmente inaccesibles, y muchas otras repiten relaciones en las que necesitan ser útiles o imprescindibles para sentirse merecedoras de amor.

Esto no ocurre porque no merezcas amar o ser amado/a.
Ocurre porque estás vibrando, sin darte cuenta, desde una herida que aún no se ha sanado. Esa herida emite una frecuencia que sigue llamando a lo mismo y mientras no seas consciente de ello, el patrón se repetirá.

Por eso te propongo hacer un pequeño ejercicio de reflexión para comenzar a iluminar ese patrón afectivo que quizás llevas tiempo arrastrando.

Busca un momento de calma, coge papel y bolígrafo y respóndete con sinceridad:

— ¿Qué tipo de personas suelo atraer?
— ¿Cómo suelen comenzar y terminar mis relaciones?
— ¿Qué me cuesta soltar, incluso sabiendo que no me hace bien?
— ¿Qué estoy buscando en el otro/a que tal vez aún no me doy a mí mismo/a?

 

Escribirlo te ayuda a verlo con más claridad, y una vez que lo nombras, puedes empezar a transformarlo.

La numerología, en este sentido, no te dice lo que te va a pasar, no es adivinación. Es una herramienta que te muestra los códigos que trajiste al nacer, para que puedas comprenderte mejor y tomar decisiones más alineadas con quien eres. A través de tu fecha de nacimiento, por ejemplo, podemos descubrir tu Sendero Natal, que indica qué estás aprendiendo en esta vida y cómo eso impacta en tus relaciones. Tu nombre completo también guarda información muy valiosa: tu Vibración Interna revela cómo te percibes a ti mismo/a, y el Impulso del Alma nos habla de lo que anhelas profundamente.

Cuando estas energías están en desequilibrio, es fácil caer en relaciones que activan nuestras inseguridades o carencias, pero cuando las comprendes y trabajas con ellas, algo cambia. Empiezas a elegir desde otro lugar. A vincularte desde tu esencia, no desde tu herida.

Y como todo cambio empieza por una pequeña acción, quiero invitarte a dar un primer paso...

Piensa en esa última relación que te dolió.

Respira profundo, y ahora, imagina que puedes hablarte a ti mismo/a en ese momento. ¿Qué te dirías? 

Quizás algo como:

“No necesitas rogar amor.”
“Merezco una relación donde también me cuiden a mí.”
“No estoy solo/a.”

Escribe esa frase en un papel y colócala donde puedas verla, y después, haz algo concreto que represente tu compromiso contigo: puede ser bloquear a esa persona, escribir una carta de cierre (aunque no la envíes), ordenar un espacio de tu casa... No importa si el gesto es pequeño, lo importante es que empieces a mover tu energía.

Si te apetece, también puedes hacer este ritual sencillo de liberación:

 

Ritual “Cierro el ciclo, abro el corazón”

Necesitarás: una vela blanca, un papel, un bolígrafo y tu intención clara.

Enciende la vela.

Respira tres veces.

Escribe en el papel una frase que represente lo que quieres soltar (por ejemplo: “Dejo de repetir relaciones donde no me siento valorado/a”). Luego, escribe una afirmación que te abra a una nueva posibilidad (por ejemplo: “Estoy preparado/a para recibir un amor recíproco, consciente y libre”). Léelas en voz alta. Después, quema el papel con cuidado y repite mentalmente:
“Gracias por lo aprendido. Me libero con amor.”

Hazlo con respeto y sin expectativas, simplemente como un gesto de cierre y apertura.

 

Recuerda: no es que no sepas amar… es que estás recordando cómo amarte primero y cuando empiezas a hacerlo, todo cambia.

 

Si sientes que este momento es para ti, te invito a profundizar con una lectura numerológica

Puedes reservar tu sesión y empezar a escribir una nueva historia.
Una historia en la que tú te eliges primero.

✨ Sanar no es olvidar lo que pasó.
Es mirarte con más amor, y decidir distinto.

 

Con cariño,

Aroa Rodriguez

0 comentarios

Dejar un comentario

Ten en cuenta que los comentarios deben aprobarse antes de que se publiquen.